Por Claudio Nash.

Estamos ad portas de ser protagonistas de un proceso constituyente inédito en la historia republicana de Chile. Por ello, es interesante revisar algunas de las principales cuestiones que estarán en juego al momento de votar el domingo.

Primero, es una oportunidad histórica de iniciar un proceso constitucional que no está asociado a un movimiento militar, sino que a uno ciudadano.

Segundo, es una posibilidad de llegar a un acuerdo político que, en parte, contribuya a canalizar el conflicto social que desencadenó el Estallido Social del 18 de octubre.

Tercero, discutir participativamente una nueva Constitución es una oportunidad de legitimar la actividad política y volver a darle credibilidad a las instituciones.

Cuarto, estaremos iniciando un proceso en el cual los derechos humanos estén en el centro del acuerdo constituyente, volveremos a construir una idea de democracia fundada en la soberanía popular y abriremos las puertas a formas de participación efectiva, tan ajenas a nuestra historia constitucional.

En definitiva, el 25 de octubre será uno de aquellos días en los que definimos el presente, haciéndonos cargo de nuestra historia y proyectando el futuro.

Claudio Nash
Académico
Universidad de Chile

Ir al contenido