Por Myriam Carmen Pinto

El epicentro literario cultural en torno a los libros y fomento lector se ha descentralizado y diversificado durante los últimos años, posibilitando reunir a los autores con el público, con editores, libreros y distribuidores y entre ellos mismos.

Las Ferias del Libro dejaron de ser un producto exclusivo y centralizado de la Cámara Chilena del Libro, prueba de ello se evidencia en las agendas culturales que incluyen cada vez más en su programación eventos asociados a los libros, incluso en poblados y localidades pequeñas, estas últimas mayoritariamente organizadas por municipios y  colectivos comunitarios.

Otra interesante novedad de este ecosistema es que se ha logrado posicionar no solo territorialmente sino también desde una particular especificidad, destacando, por ejemplo, aquellas dedicadas a las ciencias sociales, creatividad, artes gráficas, autores, mundo infantil y jóvenes.

No hay duda alguna que esta nueva oferta constituye una excelente vitrina para presentaciones,  firmas, encuentros y conversatorios de nuevas voces, gracias al financiamiento que otorga el Fondo del Libro  y la Lectura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, según establece en sus bases se trata de “espacios de democratización y promoción de la lectura y comercialización que fomentan la descentralización y reconocen particularidades culturales de los territorios donde se desarrollan”.

En esta ebullición que se amplía al mundo editorial independiente y a los autores que publican libros de manera individual y o agrupados, los periodistas no nos hemos quedado al margen.

Cuando un día, durante una presentación de mi libro –Dignidad Nuestra– que reúne cartas de la revuelta social, alguien me preguntó por qué escribía libros, respondí que para mí era una necesidad porque no me basta solo vivir.

Por cierto no ha sido fácil pasar desde la experiencia de los medios de comunicación al mundo editorial de libros. Muchas veces escribí poesía, pero después rompía y quemaba. No podía sacarme el traje periodístico. “Tienes que salir del closet del Periodismo”,  me recomendó un amigo.

En honor a la verdad ingresé a este quehacer  en 1984, siguiendo los consejos del poeta, Aristóteles (El Tote) España (Q.E.P.D), por entonces director de la Sociedad de Escritores de Chile (Sech) y dirigente de la Agrupación de Jóvenes Escritores, la generación de los NN, como les llamaban. “Escribe testimonios, convierte tus entrevistas en este formato”, me dijo.

En 1986 publiqué el libro Nunca Más Chile y después Amor Subversivo con una colección de cartas carcelarias y clandestinas, cuya primera edición fue publicada en 1988 por la Editorial Emisión y en 2017 una versión ampliada y mejorada por Ediciones Radio Universidad de Chile.

Y ya que hablamos de descentralización y particularidades culturales, me atrevo a proponer la realización de una Feria de libros Periodísticos y de Ciencias de las Comunicaciones, un espacio que nos reúna para compartir aprendizajes de edición, técnicas de investigación, abordajes de contenidos,  inserción y vínculos con editoriales y distribuidores y por sobre todo con el público.

El Círculo de Periodistas constituye un espacio legítimo para reflexionar esta iniciativa y dirimir una convocatoria.  Desde ya cuentan con mi voto y participación.

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