Mónica Silva Monge
Ignacio Kokaly

En un ambiente de camaradería, acompañado de colegas y amigos, el periodista Gustavo González Rodríguez –socio de nuestra institución y director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile entre 2003 y 2007– presentó en la biblioteca del Círculo de Periodistas de Santiago su más reciente obra publicada.

Roberto Savio[1], fundador de la agencia de prensa Inter Press Service, en la que trabajó por más de 30 años junto a González, contactó al periodista chileno en 2023 para encomendarle la tarea de reversionar su Manuale per il cittadino globale, publicado en 2022 junto a Giuliano Rizzi[2], adaptándolo al contexto de Chile y Latinoamérica.

“Para comprender y cambiar el mundo de hoy” fue publicado durante la segunda mitad de 2024, y recibió elogios del mundo académico por su prosa ágil y amena a la hora de plantear los complejos desafíos sociales y geopolíticos a los que nos enfrentamos, y por su sólido respaldo en datos duros y documentos de investigación científica. Basándose en casos de éxito de políticas públicas de diversos países, el libro ofrece posibles vías de acción para avanzar como sociedad.

 “Para comprender y cambiar el mundo de hoy”

Durante la presentación realizada el sábado 29 de marzo, Gustavo González estuvo acompañado por la periodista Lucía Sepúlveda, galardonada en 2019 con el Premio Periodismo, memoria y derechos humanos[3], y el director del Círculo, Douglas Hubner. En la ocasión se leyeron los comentarios del excorresponsal de Cooperativa en Buenos Aires, Juan Araya, quien se refirió a la crisis geopolítica ocasionada por Donald Trump y sus pretensiones de apropiarse de territorios clave en materia geopolítica, sea negociando, comprando o invadiendo. “Para comprender y cambiar el mundo de hoy” es esencial si la ciudadanía quiere informarse sobre los problemas más acuciantes que afectan al planeta y que requieren soluciones globales”, expresó.

Gustavo González presentando su libro junto a Lucía Sepúlveda y Douglas Hubner.

El libro incluye el análisis de las guerras actuales, el desarrollo de la inteligencia artificial, la información y la comunicación, el calentamiento global, las migraciones, la crisis de la democracia y, en su capítulo final, presenta un apartado con orientaciones para configurar un ciudadano global en esta etapa de la humanidad.

El periodista destacó que no es necesario leer todo el libro para disfrutarlo –aunque la recomendación siempre es que se llegue hasta el final–, sino que también es posible que el lector escanee el índice para identificar cuáles son los frentes que más le preocupan y dedicarse a su lectura.

“El objetivo principal que se fijaron sus autores es recuperar al ser humano como ciudadano, sacarle de adentro su condición natural de activista e incitarlo a emplear en su lenguaje cotidiano conceptos como equidad, justicia social, cooperación, multilateralismo, paz y diálogo”, dice el texto.

Finalmente, el periodista advierte que “el peor destino de este manual (…) sería que lo identificaran como una posición partidista en estos tiempos de polarización, cuando ya nadie escucha al otro”, concluye.

Lucía Sepúlveda comenzó su comentario reflexionando sobre la necesidad de acercar este tipo de literatura a los más jóvenes, consciente de que el interés por temas densos o de lenguaje excesivamente rebuscado, es cada vez menor, alabando la estructura de la obra, que permite una lectura parcelada y que hace posible abordarlo de forma cómoda.

De igual manera, Sepúlveda vinculó los dogmas neoliberales que se denuncian en el libro con la experiencia de Chile durante la dictadura y los mantras repetidos hasta el cansancio por aquellos encargados de aplicar un modelo salvaje y depredador de libre mercado, mientras el pueblo chileno era sometido en la calle con amenazas de sangre y fuego por parte del Estado.

“Entre los temas que nos resultan familiares está la famosa ‘teoría del goteo’ o chorreo, una cantinela de los Chicago Boys que los empresarios siguen repitiendo hasta el día de hoy como una verdad revelada, junto al fetiche del ‘crecimiento’, que es la meta a alcanzar a cualquier costo”, incluso si implica sacrificar el desarrollo humano y social de una población, dijo.

La comentarista también denunció las llamadas “finanzas de papel”, que mantienen una supremacía sobre la economía global, como los ‘gestores de activos’ que responden a grandes multinacionales como Vanguard y Blackrock, y que llevan a cabo inversiones y acciones dedicadas a la planificación y servicios, enfatizando en que cinco compañías de este tipo capitalizan hoy sumas por sobre el PIB de todo el planeta.

Lucía Sepúlveda puntualizó que para resolver los problemas que se ciernen sobre el mundo actual, es urgente cambiar las lógicas con las que estamos observando el mundo, y repensar conceptos arraigados en el ideario colectivo. Por ejemplo, la resolución de problemas que plantean los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas podría ser fácilmente alcanzable con solo el 10% del gasto militar de las potencias mundiales. Agregó que la manera más efectiva de garantizar la deseada seguridad es invirtiendo en salud y educación.

En cuanto a la actual crisis de la democracia, la periodista subraya la necesidad de contar con tribunales de justicia no sometidos al poder económico, y que la ciudadanía se encuentre en igualdad de información y análisis frente a las elecciones, incluyendo a las minorías.

Siempre es posible actuar para cambiar al mundo

La profesional agregó que el desarrollo de conflictos bélicos ha minado la confianza en los organismos internacionales, en los que hace un tiempo hubiésemos confiado como garantes de paz, o al menos como agentes que pudieran disuadir a las potencias que cometen crímenes de guerra en aparente impunidad.

“El rol de Naciones Unidas y el derecho internacional de Derechos Humanos, puntos de referencia del texto, pueden quedar en entredicho frente al genocidio llevado adelante por Israel en Palestina, la inacción de Occidente, y la complicidad del consejo de la Unión Europea, hechos cuyas dimensiones posiblemente no pudieron prever los autores”, afirmó.

Las nuevas generaciones pueden revertir este panorama, siempre que no sean receptores pasivos y aislados de los cambios tecnológicos e impulsen una legislación adecuada en la materia, retomen valores colectivos para construir una ciudadanía global y entiendan el fin último de la obra que se ha descrito, y comprender que siempre es posible actuar para cambiar al mundo.

El diálogo final

La audiencia manifestó su preocupación por los altos índices de inequidad en Chile y la incapacidad de los partidos chilenos para generar propuestas para combatirlos, algo que se traduce en la capitalización del descontento ciudadano que hace la ultraderecha –especialmente entre los sectores de menores ingresos–, que de forma populista ofrece soluciones rápidas y fáciles a problemas complejos.

Siguiendo esa misma línea, los presentes hicieron un llamado a cambiar la visión sobre el mantra de sostener un crecimiento a cualquier costo, y centrarse en un modelo que ponga el foco en el desarrollo, de forma empática con la naturaleza, y cuestionando lógicas globalistas que permiten el saqueo de recursos por parte de los países ricos a los países pobres, y cómo estas mismas potencias abusan de su poder de veto en instancias internacionales para mantenerse impunes frente a las atrocidades que cometen.

De izquierda a derecha, Carmen Luz Valdés, Francisco Villagrán y Margarita Bastías en la presentación del libro.

Por último, la Secretaria General del Círculo de Periodistas de Santiago, Mónica Silva Monge, luego de celebrar que se hagan publicaciones de fácil lectura –para que las entiendan jóvenes de 17 años, como se mencionó al comienzo–, lamentó que haya poco espacio para promocionar estas ideas en los medios hegemónicos, y en consecuencia, hizo un llamado a los asistentes, para que como ciudadanos y ciudadanas respalden a los medios independientes –cruciales para el debate, la verdad y el pluralismo–, apoyándolos económicamente para que logren reforzar su transición al streaming, o por lo menos, puedan subsistir como están.


[1] Periodista y doctor en Economía

[2] Sociólogo y economista

[3] Reconocimiento otorgado por el Museo de la Memoria

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