A una hora y media de Santiago, este lugar se sitúa como una alternativa imponente frente a la competencia local, con valores preferentes para socias y socios.

Lo nuevo y lo antiguo contrasta en este espacio, adquirido el año 55’ gracias a la gestión de la directiva de ese entonces. La Villa cuenta como parte de su infraestructura con cabañas completamente equipadas y recién construidas hace un año, mientras alberga una casona que es Monumento Histórico Nacional.

Para quienes se alojan en el recinto, la experiencia va más allá de las cabañas, ubicadas en un lugar privilegiado del litoral. A dos cuadras de la calle central y a tres de la playa. El entorno de las cabañas se sitúa también en un espacio tranquilo, coronado con un frondoso bosque y silencio. Una terapia natural para el santiaguino estresado.

La Villa Camilo Henríquez cuenta a partir del 2016 con 5 nuevas cabañas totalmente equipadas (TV, cocina, y utensilios de comida hasta para 6 personas) y cabañas dormitorio.

“Hemos cautivado público y buen público, familias” afirma Andrés Navarro, administrador de la Villa, quien además destaca sus ventajas e invita a conocerlas, “vengan porque este es un lugar muy bonito, atractivo. Cerca de todo: emergencias, comercio, el mampato para los más pequeños. No hay que trasladarse en auto, se puede ir caminando a la playa, a los juegos y a comprar. Esa es la gran ventaja de este lugar, eso le ha ido gustando a la gente”.

Al momento de ingresar al recinto, se ve la antigua casona, Monumento Histórico Nacional, testigo de los inicios de lo que es ahora la Villa Camilo Henríquez. Con el objetivo de recobrar su brillo de antaño y aprovechar este importante espacio, se han realizado diversas gestiones. Este año se aprobaron los planos para su restauración por parte del Consejo de Monumentos Nacionales, en tanto el Municipio del Tabo tiene un comodato para su uso y una vez que se gestionen los recursos para habilitarla como espacio cultural, el compromiso de la actual administración es que allí funcione el futuro Museo del Periodismo.

El Restaurante

Pescado frito, paila marina y carne mechada. Son las tres especialidades del restaurante que está al interior de la Villa Camilo Henríquez, con menú (entrada, plato de fondo y postre) a un precio pequeño frente a la inmensidad en el tamaño de cada plato: $4.990.

Cecilia Munita corre de una mesa a otra. En cada mano lleva platos de empanadas de queso y el pescado con papas mayo. Ya son las 16:40 horas y los comensales que suben desde la playa pasan a almorzar para luego ir a descansar a sus cabañas.

“En temporada estival, siempre estamos con las cabañas llenas. Incluso tenemos que reforzar el personal, mi hijo es uno de los que viene a trabajar en verano conmigo”, señala Cecilia, quien afirma que sus platos son uno de los motivos por los que el público los prefiere, “aquí servimos rico pero además con cariño”, concluye.

Para las fiestas de navidad y año nuevo, se contará con un menú especial, previa reserva.

Historia

La compra se decide el año 1955, en la presidencia de Juan Emilio Pacull. Incluía el terreno y la casa del cuidador, además se invirtió en hacer reparaciones, compra de cocina, camas, comedor, sillas y sillones para comodidad de los veraneantes.

La inauguración de la entonces “Casa de veraneo del Tabo” se realizó con un gran asado familiar que se efectuó en las fiestas patrias de ese año. Se contrataron dos micros (Góndolas de época).

A partir de esa fecha se crea la Comisión Casa de Veraneo de Círculo de Periodistas, encargada de hacer los llamados por la prensa para que los socios se inscribieran para participar en grupos de socios, para que sus familias disfrutaran, (por espacio de quince días), toda la infraestructura del sitio.

Construcción de la Cabañas: nace La Villa Camilo Henríquez.

En 1970, con la directiva de Rafael Ducos se propone arreglos y mejora de la hasta entonces “Casa de Veraneo el Tabo”. Consiguen hablar con el Ministro del Interior, José Toha que gestiona con el Presidente Salvador Allende y se aprueba el Proyecto de ley que señala en su «Artículo 1°.- Autorízase al Club Hípico de Santiago y al Hipódromo Chile para realizar anualmente, cada uno de ellos, una reunión extraordinaria de carreras, cuyo producto se entregará al Círculo de Periodistas de Santiago.”

En el año 1972 se construyen las primeras 7 cabañas, mientras, el 28 de julio de 1992 se decreta La Casona El Tabo como Monumento Histórico.

A partir de esa fecha se le llama “Villa Camilo Henríquez”. Actualmente la Comisión encargada de acompañar la gestión del concesionario y del buen servicio a socios y huéspedes, está encaminando un proyecto para que el espacio haga parte del sistema de calidad de SERNATUR como modelo medio ambiental sostenible, todo esto en un marco de rescate del aporte que los periodistas han generado para el desarrollo de la localidad y la región en estos 65 años de historia en la comuna del Tabo.

El Círculo de Periodistas de Santiago ha realizado una inversión importante en regularizar los planos de todas las construcciones del recinto, por lo que este mes se inician los trabajos para la nueva red de alcantarillado, con el fin de que en alta temporada los visitantes tengan la mejor experiencia en la Villa.

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