A comienzos de los años 50, las reuniones del Círculo de Periodistas de Santiago se efectuaban en el Club Sportman, gracias a la antigua amistad de Juan Emilio Pacull con el concesionario. “Allí almorzábamos una vez por semana y allí, también, echábamos a volar nuestros proyectos, todos a niveles imposibles, porque lainstitución enfrentaba una pobreza realmente franciscana. Fue en esa época, hoy ya tan lejana, en la que se nos ocurrió lo que uno de los Directores calificó como locurade niños chicos: construir una sede social, en la que nuestro instituto concentrara todas sus actividades”.
Carlos Valdés recuerda que “Juan Emilio estaba trabajando con varios proyectos a la vez, pero para él el más grande era conseguirle la sede social al Círculo”. Pacull comenzó las gestiones para financiar este propósito, y logra que se incluya en la Ley 9.866, en su último artículo, la autorización a la Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas para otorgar “al Círculo de Periodistas de Santiago un préstamo de hasta ocho millones de pesos y al Círculo de la Prensa de Valparaíso un préstamo de hasta dos millones de pesos, para la adquisición o construcción de sus sedes sociales en las mencionadas ciudades”.
“Pero, un día, el incansable Juan Emilio, abrumado por los fracasos, se puso a observar unas casas viejas, unos terrenos baldíos. Entonces llamó a un funcionario de la Caja de EE.PP. y PP., para espetarle: “Mire… eso que hay ahí abajo ¿no es de esta Caja?” La respuesta fue afirmativa y a ningún sordo se la habían dado. “Ya-dijo Pacull-. En esos terrenos estará nuestra casa”, informa el primer número de la Revista Nuevaurora.
La construcción de la Casa del Periodista se realizaba con lentitud tanto por complicaciones por las lluvias, como por las restricciones de la Municipalidad de Santiago a los trabajos nocturnos de esta naturaleza. Además, hubo que ejecutar obras extraordinarias de zocaladura (para elevar las bases a un mismo nivel) de los edificios norte y oriente, pertenecientes a la Caja de EE. PP y PP., lo que significó también encarecer los costos de la obra.
Juan Emilio Pacull en junio de 1952 se reunió con el Presidente de la República, Carlos Ibáñez del Campo con el propósito de solicitar 6 millones de pesos para continuar las obras del edificio, a lo que el Jefe de Estado contestó: “Esta es una obra que tomo con mucho cariño y tomaré las medidas para que puedan concretarse”.
El edificio finalmente se inauguró el día 15 de octubre de 1953 en una ceremonia donde estuvo presente el presidente Carlos Ibáñez del Campo y el Cardenal José María Caro, entre otras autoridades del país.
Gracias al proyecto financiado por la Secretaría General de Gobierno a través del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación, podrán ver actas de la planificación de este gran proyecto junto con fotografías de la inauguración en el Archivo digital del Círculo de Periodistas, que pronto lanzaremos.