Mientras el N.Y.Times había titulado “Culpable”, el Washington Post, cuyo propietario es Jeff Bezos, dueño de Amazon, más tarde publicó “Trump Absuelto.
Gobierno de EE.UU. decidirá qué reporteros podrán formular preguntas a Donald Trump, como miembros del «pool», el grupo reducido que acompaña a los presidentes en sus actividades.
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció nuevas reglas para los medios, entre las cuales el Gobierno decidirá qué periodistas pueden hacer preguntas a Donald Trump, una tarea que hasta ahora correspondía exclusivamente a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), que era la encargada de seleccionarlos.
En una rueda de prensa, Leavitt informó que, a partir de ahora, será el Gobierno quien seleccione a los miembros del «pool», el grupo reducido de periodistas, fotógrafos y camarógrafos que durante casi un siglo ha acompañado a los presidentes de Estados Unidos en sus actividades. Es algo equivalente a lo que aquí ha sido la Agrupación de Reporteros de Moneda, en la cobertura de noticias del Gobierno chileno. «A partir de ahora, el equipo de prensa de la Casa Blanca determinará quién integra el ‘pool’ de la prensa«, dijo la vocera, citada por la agencia Efe.
Durante casi un siglo, la tradición en la Casa Blanca ha sido que el «pool» cubra al presidente, debido a que no hay espacio suficiente para los cientos de periodistas que quieren seguir sus actos en el Despacho Oval, en otras salas donde ofrece discursos o incluso en el avión presidencial Air Force One. La selección de los periodistas con acceso a ese «pool» ha sido siempre responsabilidad de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), fundada en 1914 por periodistas en respuesta a un infundado rumor de que un comité del Congreso quería decidir qué reporteros podían asistir a las ruedas de prensa del entonces presidente Woodrow Wilson (1913-1921).
La labor de la WHCA ha sido abogar por un mayor acceso para los cientos de periodistas que cubren la Casa Blanca frente a los intentos de distintas administraciones de restringirlo. Además, selecciona a través de un riguroso proceso a los miembros del «pool» que pueden asistir a los actos presidenciales y que actúan como los ojos y oídos del resto de reporteros.
El grupo de periodistas que sigue al mandatario suele estar compuesto por entre 13 y 14 personas, aunque en algunos casos puede ampliarse hasta unos 20. Dentro de este grupo, hay periodistas designados como «poolers» para distintos medios: uno para la prensa escrita, otro para la radio y otros para televisión.
Los cambios anunciados por la Casa Blanca, que aún están por definirse, se producen en medio de un enfrentamiento con la agencia de noticias Associated Press (AP), a quien el Gobierno restringió su acceso al «pool», impidiéndole preguntar a Trump por su decisión de seguir llamando al golfo de México por su nombre tradicional, en vez del nuevo término «golfo de América» adoptado por el mandatario.
AP interpuso una demanda ante los tribunales, argumentando que la decisión de Trump viola el derecho a la libertad de prensa recogido en la Primera Enmienda de la Constitución. Sin embargo, el lunes un juez determinó que la Administración podrá seguir vetando su acceso, aunque le pidió reconsiderar su decisión.